¿Cómo manejar carretillas?
31/07/2019Riesgos y protección en la conducción de autoelevadores
11/08/2019Cuando se piensa en el transporte, traslado y acomodo de cargas y de materiales, se tiende a pensar que los autoelevadores o carretilla elevadoras son la única alternativa que las empresas tienen a disposición. Pero eso no es del todo cierto.
Si bien es verdad que las funcionalidades del autoelevador son múltiples y necesarias de ser destacadas, no todas las empresas cuentan con las condiciones económicas y la accesibilidad espacial para poder hacer uso de este tipo de equipos. Hoy en día, se han desarrollado autoelevadores eléctricos ergonómicos que pueden movilizarse por pasillos y espacios reducidos sin generar problemas, peor esto no quita que pueden no ser lo más adecuado en todos los casos.
Para estos casos, existen otros equipos que pueden brindar excelentes soluciones. En esta ocasión, hablaremos acerca de uno de ellos: la carretilla manual, también conocida como zorra manual.
Hablemos de la carretilla manual
La famosa carretilla manual lo que permite es transportar cajas o bultos que son de gran peso, pero con mucha facilidad, sin necesidad de emplear la fuerza física de los trabajadores. Gracias a su diseño, permite hacer el trabajo manteniendo la espalda recta, otorgando buena capacidad de maniobrabilidad, favoreciendo el bienestar y la salud de los empleados que lleven adelante la tarea.
La carretilla manual es un instrumento muy frecuente, especialmente en esas empresas y negocios que necesitan de mover todos los días grandes cantidades de mercancía. Estas permiten cumplir a la perfección esas tareas, facilitando la concreción de las mismas en tiempos de trabajo adecuados.
Al igual que sucede con otras maquinarias de tipo industrial que conocemos, la carretilla manual se ha ido actualizando con el paso del tiempo a razón de las transformaciones y las innovaciones tecnológicas. Es esto lo que las ha llevado a mejorar sustancialmente su funcionalidad, facilitando todavía más el trabajo de los empleados y garantizando mayor seguridad y estabilidad de las cargas que son transportadas con ellas.
Sus características
Podemos decir que la totalidad de las carretillas manuales poseen una horquilla que cuenta con dos brazos colocados de manera paralela y de forma horizontal. Estos, están unidos a un cabezal, que es donde van posicionadas las ruedas con las que se puede movilizar. Mediante un asa en su base, los trabajadores adquieren la capacidad de efectuar algún nivel de elevación, permitiendo de esa manera que la carretilla pueda rodar y ser trasladada con un esfuerzo todavía menor.
Los beneficios de la carretilla manual
Ahora que ya conocemos un poco más acerca de cómo se compone y cómo funciona una carretilla manual, es momento de hablar de las ventajas y beneficios que estas poseen. Son muchos, y es por eso que podemos verlas cada vez más en todo tipo de negocios, de supermercados, de mayoristas, de empresas de todos los rubros y otros tipos de instituciones y organizaciones. Veamos cuáles son algunos de esos beneficios.
El ahorro
Con la carretilla manual, cuando hablamos de ahorro, no estamos hablando solamente de un ahorro económico. Este efectivamente existe, debido a que se pueden reducir sustancialmente los riesgos de daño y pérdida de mercancía y de materias primas que luego pueda llevar a una necesidad de reinversión. Pero, además de esto, la carretilla manual permite un ahorro de tiempo, acortando el tiempo requerido para movilizar las cargas, favoreciendo entonces la productividad.
La facilidad
Como decíamos con anterioridad, nada caracteriza mejor a la carretilla manual que la facilidad de uso que proporciona. Además, a diferencia de otros posibles equipos, este no requiere de un conocimiento previo específico para poder ser puesto en práctica.
Precisión
Debido a que el control del equipo lo lleva a cabo una persona, es posible hacer uso de la carretilla en todo tipo de suelos. Esto permite mayor precisión y capacidad de uso en los distintos ámbitos de la empresa en la que se emplea.
Resistencia
La carretilla manual es altamente resistente y tiene una vida útil muy larga. Además, se puede mantener en excelentes condiciones de funcionamiento sin necesidad de invertir demasiado dinero y tiempo en su mantenimiento. Los cuidados que se necesitan para este equipo son realmente mínimos.
La seguridad
Finalmente, hay que destacar la seguridad que la carretilla manual proporciona para su operador. En general, se sabe que el trabajo de carga y descarga, de traslado y de acomodo de materias primas y de mercancías puede ser muy riesgoso para las personas. Pero, haciendo uso de las herramientas adecuadas, estos riesgos pueden ser erradicados. En este sentido, la carretilla manual favorece que los trabajadores puedan trasladar todo tipo de elementos, sin implicar por ello su salud, su integridad física o su bienestar.
Los distintos tipos de carretillas
Cuando hablamos de carretillas manuales, podemos encontrar distintos tipos. A continuación, te contamos cuáles son.
Una sola rueda
La carretilla de una sola rueda en el frente está especialmente diseñada para poder distribuir el peso de la carga entre el trabajador que la utiliza y la rueda. Esto permite el traslado de cargas más pesadas, que no podrían -no al menos sin dificultad- ser trasladadas por la persona por su propia cuenta y sin ayuda. En general se usan en industrias como la construcción y la jardinería, ya que son ideales para esos rubros.
Dos ruedas
En el caso de las carretillas de dos ruedas, estamos hablando de carretillas que son mucho más estables al nivel del suelo. Se utilizan especialmente para el traslado de cajas o de otras cosas que necesiten ser apiladas. Esto se debe a que las dos ruedas generan una mayor estabilidad, por lo que es posible hacer el traslado de objetos apilables sin que se corra mucho riesgo de que estos se puedan caer. Esta es una diferencia con respecto al caso anteriormente mencionado, ya que si bien es cierto que la carretilla de una rueda tradicional es versátil para movilizarse por distintos espacios independientemente de si estos son angostos, también es verdad que es más inestable y que se puede estar moviendo mucho en el traslado.
Industrial
En tercera instancia, en esta clasificación general podemos mencionar la carretilla industrial. Esta es más sofisticada y tiende a contar con dos largueros, un sistema de suspensión hidráulico y una pequeña rueda, como así también dos ruedas frontales que giran. Se usan especialmente en el comercio y en las industrias para poder transportar electrodomésticos y otras cuestiones.
Carretillas según los materiales
Mucha son las formas en que se pueden diferenciar las carretillas en la actualidad. Una de ellas tiene que ver con los materiales con los que estas están fabricadas. Entre los distintos materiales que se suelen implementar para la construcción de carretillas tradicionales, podemos encontrar la madera, el plástico y el acero. Cada material tiene sus características y sus propias ventajas. A continuación, te contamos algunas particularidades sobre cada caso.
Madera
Las carretillas de madera son muy raras hoy en día. Se usan especialmente en espacios para trabajar jardinería o con fines de almacenamiento debido a su acabado estético. Son ecológicas y biodegradables, por lo que también se utilizan en ocasiones con fines meramente ornamentales. Si bien no se suelen agrietar, sí son sensibles a la humedad, por lo que tienden a necesitar ser guardadas bajo techo.
Plástico
En segunda instancia, las carretillas de plástico están dentro de las más comunes en las carretillas básicas. Se destacan especialmente por su bajo costo. Si bien no tienen las funcionalidades de las carretillas industriales como las que se encuentran en Darc, sí son buenas para trabajos caseros para quienes tienen un bajo presupuesto y requieren solamente de una herramienta de trabajo para el hogar. El plástico es duradero, pero hay que tener cuidado porque se puede llegar a agrietar si se cargan artículos de muy gran tamaño.
Acero
Finalmente, dentro de las carretillas no industriales podemos encontrar también las carretillas de acero. Estas son las más comunes en la actualidad y se aplican a distintas tareas, especialmente dentro de los hogares o también en campos como la construcción de viviendas, el diseño de interiores, el diseño y trabajo de jardines, entre otras posibilidades de menor exigencia. Se suelen usar para poder trasladar productos y suministros de un espacio a otro. Son mucho más robustas, duraderas y resistentes a los daños que en los casos de los materiales mencionados con anterioridad. Además, hay que destacar que no son propensas a sufrir daños por oxidación, humedad y corrosión, aunque si se quieren mantener en excelentes condiciones es preferible mantenerlas guardadas bajo techo, tanto en días de lluvia como durante la noche.
La compatibilidad de las carretillas en los espacios de trabajo
La carretilla es un equipo que se debe poder adaptar a los espacios en los que se trabaja, sean empresas, comercios o grandes mayoristas. Deben poder funcionar sea que se trabaje al aire libre o en espacios cerrados, en sitios abiertos y bien ventilados o en espacios en los que es necesario no emitir gases contaminantes. Es teniendo en cuenta estos factores que se va a poder tomar una decisión en la elección de la carretilla a utilizar.
Para que la carretilla se pueda adecuar a las características de cada espacio de trabajo, es fundamental tomar una serie de medidas acordes a ello. A continuación, veremos cuáles son las medidas que se deben tomar en cada uno de los casos, para que el trabajo con la carretilla pueda ser seguro y adecuado.
Los locales
Cuando se va a utilizar una carretilla en un local de trabajo, es muy importante elegir entre aquellas que sean aptas para las condiciones de ese tipo de lugar en particular. La carretilla puede ser un excelente equipo, pero si no es el adecuado para el espacio en particular, ello puede traer una serie de problemas.
En estos casos, se eligen la fuerza motriz de la máquina y sus depuradores de gases de escape, específicamente en función de si se debe trabajar al aire libre, de si se debe trabajar en locales cerrados con poca ventilación o de si se trabaja en sitios que son cerrados pero que pese a eso cuentan con una buena ventilación.
Además de lo mencionado con anterioridad, es indispensable prever un lugar en el que se puedan guardar las carretillas, tanto al finalizar la jornada laboral, como en los momentos en que se necesite de llevar a cabo tareas de mantenimiento.
Los suelos
Cuando se van a llevar adelante las medidas en un espacio para poder trabajar con carretillas en él, es indispensable tener en cuenta las condiciones específicas de los suelos. Estos, deben necesariamente ser bien resistentes al paso de la carretilla, tanto cuando esta está con carga de poco peso, como cuando se encuentra al tope de su capacidad. Además de esto, es importante que los suelos estén adecuados con tecnología antiderrapes, y que esta sea específica para el tipo de rueda o de llanta que utiliza la carretilla que se va a obtener, sea por compra o alquiler.
Finalmente, en lo que respecta a los suelos, es clave poder eliminar todo tipo de agujeros y de salientes que puedan encontrarse por los espacios de circulación de la carretilla. También debe prestarse atención para quitar todos los obstáculos que puedan aparecer en los espacios de circulación de las carretillas.
Los pasillos
Si en el ambiente de trabajo es indispensable contar con una carretilla para poder llevar a cabo determinadas tareas, es muy importante prever que las condiciones y las características de los pasillos sean acordes para este tipo de maquinaria. En este punto, algunas de las cuestiones que se deben tener en cuenta son:
- El ancho de los pasillos no debe bajo ningún concepto ser inferior en sentido único al ancho del vehículo con el que se va a trabajar en su interior, o al ancho de la carga aumentada en un metro.
- En caso de que se trabaje en dos sentidos todo el tiempo, el ancho debe necesariamente estar por encima de dos veces el ancho de los vehículos o de las cargas, aumentado en 1,40 metros.
Las puertas
Por último, es importante hablar de las puertas. Estas deben cumplir lo indicado en el apartado de pasillos y la altura debe estar 50 centímetros por encima a la altura mayor de la propia carretilla; no obstante, en ocasiones, puede ser necesario calcular este margen sobre el tipo de carga de mayor altura que la carretilla tenga capacidad de trasladar.
¿Cómo han ido evolucionando las carretillas con el paso del tiempo?
El fuerte auge que viven las carretillas podría permitirnos pensar que se trata en realidad de un fenómeno reciente, pero esto no es en absoluto cierto. Es posible acceder a algunos registros que dan cuenta de que el surgimiento de la primera carretillas tuvo lugar en el año 1851, de manos de Waterman. Se trataba en ese entonces de una plataforma que estaba unida a un cable solamente. A medida que fue pasando el tiempo, se irían desarrollando otros prototipos a partir de este elemento inicial, ganando cada vez más confianza en la necesidad de que este tipo de dispositivos de elevación existan. Ya hacia fines del siglo XIX, se empezaron a encontrar plataformas de madera móviles en las que se podían instalar polipastos.
Los primeros carros que podían movilizarse a través del uso de motores eléctricos aparecen en 1913, hace más de un siglo atrás. La fuente de energía de la que se nutrían consistía en una serie de baterías. Solamente dos años después, en 1915, podemos encontrar carretillas elevadoras que son muy similares a las que utilizamos y conocemos en la actualidad, aunque, claro, mucho más rudimentarias. Se trataba de plataformas que podían trasladar distintos tipos de materiales o de mercaderías, tanto de manera horizontal como vertical.
Clark
Pero la verdadera revolución de las carretillas llegaría dos años más tardes, hacia 1917, de la mano de Clark. Fue ese el año en que la firma dio lugar a la posibilidad de que fuera una persona quien pudiera controlar el movimiento de la carretilla, pero nada menos que desde su interior, en una posición cómoda y segura. Es así que surge lo que se conoce hoy en día, que tiene que ver con un equipo a motor (sea eléctrico o de combustión) en cuyo interior va una persona sentada que puede controlar la totalidad del trabajo que se realiza con la carretilla.
Este diseño se fue transformando con el paso del tiempo y fue incorporando nuevas innovaciones. Los desarrollos históricos de Clark han motivado otros en el mundo y han construido las bases sobre las que trabajan la mayor parte de las empresas en la actualidad.
¿Cómo conducir una carretilla?
Si hay un punto clave en lo que a conducción de carretillas refiere, se trata de la capacitación de los operarios. Para este tipo de equipos logísticos, los operarios que se encarguen de ellos deben contar con una formación adecuada y específica que les permita llevar adelante sus tareas de la mejor manera, garantizando así su salud y su integridad física, como así también la de las otras personas a su alrededor en la empresa y la integridad de las cargas con las que se trabaja, para evitar pérdidas a la empresa.
Pese a que las carretillas han facilitado las tareas y han quitado esta responsabilidad a los cuerpos de los operarios, lo que refiere al traslado y el acomodo de cargas sigue siendo visto como una tarea de riesgo. Por eso, es muy importante que los operarios que lo hagan cuenten con todas las herramientas para poder hacerlo de manera adecuada; nos referimos a herramientas en sentido de conocimientos para su utilización.
Evitar caídas
Entre los distintos riesgos que se pueden correr en el manejo de carretillas, podemos hablar de las caídas de conductores. Estas suceden cada vez menos, pero son posibles. Para evitar que eso suceda, es importante constatar que los suelos de traslado no se encuentren en malas condiciones, mojados o resbalosos. Además, hay elementos de seguridad, como el caso del cinturón, que son los que van a reducir los riesgos de que algo así pueda suceder.
Siguiendo con las caídas, otra de las posibilidades es la caída de las cargas. Para evitarlo, es importante primero que el peso y el tamaño de las cargas no excedan las posibilidades de las carretillas. Además, es importante constatar que los pasillos por los que se circula no cuenten con obstáculos que puedan obligar a los operarios a realizar maniobras bruscas.
Evitar riesgos a terceros
Finalmente, es importante evitar otro tipo de riesgos, como puede ser el caso de los atropellos u otros accidentes con respecto a otras personas que puedan encontrarse circulando por la empresa en los momentos de manejo de las carretillas. Una de las maneras de evitar que suceda es señalizando bien las áreas de conducción. Además, es imprescindible que no se conduzca dentro de una empresa a gran velocidad y que se controlen exhaustivamente los frenos y la capacidad de maniobra del equipo.