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14/05/2020La próxima gestión a nivel nacional se perfila como una que tendrá la responsabilidad de enfrentar grandes desafíos en materia económica. Cuáles serán los principales escollos y con qué herramientas se cuenta a disposición es algo que veremos a continuación.
Cambio de gestión
Pese a la gran vulnerabilidad económica con la que se va a encontrar la nueva gestión nacional, se estima que Alberto Fernández podrá gana el apoyo de las poblaciones más damnificadas a través de la implementación de los canales directos que se han construido entre 2003 y 2015. Ello, sin mayores mediaciones institucionales. Tras las reformas que se estima que emprenderá, se incluyen cambios positivos en materia productiva. Uno de ellos tiene que ver, justamente, con una economía basada en la producción y en el trabajo que genera recursos. Hoy en día, las empresas dejan de pagar impuesto a las ganancias porque es más lo que pierden.
El proyecto que viene aglutina distintos componentes y sectores diversos unidos y sumados. Desde las fuerzas políticas peronistas anteriormente distanciadas hasta los sectores de capital. Un elemento a destacar especialmente tiene que ver con la unión con el Presidente de México, Andrés López Obrador.
Contexto
El proyecto de Alberto Fernández deberá enmarcarse en un contexto desfavorable del comercio mundial, donde se pueden ver muchas más restricciones externas comerciales que hace unos años atrás. No obstante, la nueva gestión podrá jugar un rol clave en la reactivación de todo el aparato productivo nacional, depositario de una capacidad ociosa que es rápidamente aprovechable.
Probablemente, según estiman los especialistas, se disponga de ciertas medidas de estímulo a la demanda agregada. También se cree que habrá una mejora veloz en los ingresos, como así también recortes en las tarifas de los servicios públicos que han visto aumentos históricos en el último tiempo, como así también una reducción en las tasas de interés que son, hoy, de las más elevadas del mundo. Todo eso se estima que será de gran ayuda tanto para los particulares como para las empresas, en especial las pequeñas. Además, el tipo de cambio competitivo mejorará la rentabilidad de los sectores productivos que están orientados a la exportación, protegiendo también los capitales menos competitivos a través de más exportaciones y menos importaciones sustitutivas de productos de origen nacional.
Una reactivación económica a través de mejoras en la matriz productiva implica también una mejor situación para las empresas dedicadas a la logística y a la comercialización de equipos de esta índole. Mientras más sean las empresas que vuelvan a abrir sus cortinas, mayor será la demanda de autoelevadores y de otros equipos de este tipo, debido a que son imprescindibles para el transporte y el almacenamiento de materias primas y de productos ya terminados.
La reactivación económica permitirá tomar una serie de medidas contra el desempleo, que ha llegado a los dos dígitos. A su vez, muchos especialistas en materia económica aseguran que, en la medida en que se vayan mejorando las condiciones de empleo de la población, serán cada vez menos necesarias las medidas de apoyo económico por parte del Gobierno Nacional.