Riesgos y protección en la conducción de autoelevadores
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27/08/2019La carretilla es un equipo que se debe poder adaptar a los espacios en los que se trabaja, sean empresas, comercios o grandes mayoristas. Deben poder funcionar sea que se trabaje al aire libre o en espacios cerrados, en sitios abiertos y bien ventilados o en espacios en los que es necesario no emitir gases contaminantes. Es teniendo en cuenta estos factores que se va a poder tomar una decisión en la elección de la carretilla a utilizar.
Para que la carretilla se pueda adecuar a las características de cada espacio de trabajo, es fundamental tomar una serie de medidas acordes a ello. A continuación, veremos cuáles son las medidas que se deben tomar en cada uno de los casos, para que el trabajo con la carretilla pueda ser seguro y adecuado.
Los locales
Cuando se va a utilizar una carretilla en un local de trabajo, es muy importante elegir entre aquellas que sean aptas para las condiciones de ese tipo de lugar en particular. La carretilla puede ser un excelente equipo, pero si no es el adecuado para el espacio en particular, ello puede traer una serie de problemas.
En estos casos, se eligen la fuerza motriz de la máquina y sus depuradores de gases de escape, específicamente en función de si se debe trabajar al aire libre, de si se debe trabajar en locales cerrados con poca ventilación o de si se trabaja en sitios que son cerrados pero que pese a eso cuentan con una buena ventilación.
Además de lo mencionado con anterioridad, es indispensable prever un lugar en el que se puedan guardar las carretillas, tanto al finalizar la jornada laboral, como en los momentos en que se necesite de llevar a cabo tareas de mantenimiento.
Los suelos
Cuando se van a llevar adelante las medidas en un espacio para poder trabajar con carretillas en él, es indispensable tener en cuenta las condiciones específicas de los suelos. Estos, deben necesariamente ser bien resistentes al paso de la carretilla, tanto cuando esta está con carga de poco peso, como cuando se encuentra al tope de su capacidad. Además de esto, es importante que los suelos estén adecuados con tecnología antiderrapes, y que esta sea específica para el tipo de rueda o de llanta que utiliza la carretilla que se va a obtener, sea por compra o alquiler.
Finalmente, en lo que respecta a los suelos, es clave poder eliminar todo tipo de agujeros y de salientes que puedan encontrarse por los espacios de circulación de la carretilla. También debe prestarse atención para quitar todos los obstáculos que puedan aparecer en los espacios de circulación de las carretillas.
Los pasillos
Si en el ambiente de trabajo es indispensable contar con una carretilla para poder llevar a cabo determinadas tareas, es muy importante prever que las condiciones y las características de los pasillos sean acordes para este tipo de maquinaria. En este punto, algunas de las cuestiones que se deben tener en cuenta son:
- El ancho de los pasillos no debe bajo ningún concepto ser inferior en sentido único al ancho del vehículo con el que se va a trabajar en su interior, o al ancho de la carga aumentada en un metro.
- En caso de que se trabaje en dos sentidos todo el tiempo, el ancho debe necesariamente estar por encima de dos veces el ancho de los vehículos o de las cargas, aumentado en 1,40 metros.
Las puertas
Por último, es importante hablar de las puertas. Estas deben cumplir lo indicado en el apartado de pasillos y la altura debe estar 50 centímetros por encima a la altura mayor de la propia carretilla; no obstante, en ocasiones, puede ser necesario calcular este margen sobre el tipo de carga de mayor altura que la carretilla tenga capacidad de trasladar.
¿Cuáles son las ventajas de las carretillas?
Ya hemos hablado antes de cómo las carretillas se deben adaptar a los espacios de trabajo y estos a ellas, para que el funcionamiento del día a día en una empresa sea el adecuado. No obstante, ¿por qué son cada vez más las empresas y rubros que incorporan carretillas en su maquinaria de uso diario? Esto se debe a las múltiples ventajas que estas ofrecen, que son las que te contaremos a continuación.
Dentro de los distintos tipos de carretillas que podemos encontrar hoy en el mercado, las que más se destacan son las eléctricas, que se han convertido en las verdaderas estrellas de la industria con una muy alta demanda. Una de sus principales ventajas tiene que ver con los costos de mantenimiento. A diferencia de otros equipos similares, el mantenimiento de las carretillas eléctricas es algo ciertamente económico, que no implica un fuerte impacto para una industria. Esto se debe a que son menos los elementos de desgaste que este tipo de equipo implementa.
Además, para poder prolongar la vida útil de una carretilla son muchas las cosas que se pueden hacer. Hay distintos planes de mantenimiento que pueden ser consultados con la empresa vendedora de la carretilla para que el equipo pueda durar mucho más tiempo y se termine tratando de una inversión altamente rentable.
Hoy, es tal la diversidad de carretillas que podemos encontrar en el mercado, que el traslado de materiales se torna sencillo. Es decir, es posible acceder a carretillas perfectas para todo tipo de trabajo, de carga y de espacio laboral. De esa manera, se puede personalizar el trabajo y lograr excelentes resultados.
¿Cómo han ido evolucionando las carretillas con el paso del tiempo?
El fuerte auge que viven las carretillas podría permitirnos pensar que se trata en realidad de un fenómeno reciente, pero esto no es en absoluto cierto. Es posible acceder a algunos registros que dan cuenta de que el surgimiento de la primera carretillas tuvo lugar en el año 1851, de manos de Waterman. Se trataba en ese entonces de una plataforma que estaba unida a un cable solamente. A medida que fue pasando el tiempo, se irían desarrollando otros prototipos a partir de este elemento inicial, ganando cada vez más confianza en la necesidad de que este tipo de dispositivos de elevación existan. Ya hacia fines del siglo XIX, se empezaron a encontrar plataformas de madera móviles en las que se podían instalar polipastos.
Los primeros carros que podían movilizarse a través del uso de motores eléctricos aparecen en 1913, hace más de un siglo atrás. La fuente de energía de la que se nutrían consistía en una serie de baterías. Solamente dos años después, en 1915, podemos encontrar carretillas elevadoras que son muy similares a las que utilizamos y conocemos en la actualidad, aunque, claro, mucho más rudimentarias. Se trataba de plataformas que podían trasladar distintos tipos de materiales o de mercaderías, tanto de manera horizontal como vertical.
Clark
Pero la verdadera revolución de las carretillas llegaría dos años más tardes, hacia 1917, de la mano de Clark. Fue ese el año en que la firma dio lugar a la posibilidad de que fuera una persona quien pudiera controlar el movimiento de la carretilla, pero nada menos que desde su interior, en una posición cómoda y segura. Es así que surge lo que se conoce hoy en día, que tiene que ver con un equipo a motor (sea eléctrico o de combustión) en cuyo interior va una persona sentada que puede controlar la totalidad del trabajo que se realiza con la carretilla.
Este diseño se fue transformando con el paso del tiempo y fue incorporando nuevas innovaciones. Los desarrollos históricos de Clark han motivado otros en el mundo y han construido las bases sobre las que trabajan la mayor parte de las empresas en la actualidad.